La semilla del cristianismo puede prender en las almas más insospechadas: El joven Catio lo encontró en las arenas del coliseo, en medio de espadas, cascos, sangre y sudor. Una pequeña cruz, entregada pur un condenado, le hizo descubrir un mundo nuevo. A partir de ese momento, toda su vida cambió.
La semilla del cristianismo puede prender en las almas más insospechadas: El joven Catio lo encontró en las arenas del coliseo, en medio de espadas, cascos, sangre y sudor. Una pequeña cruz, entregada pur un condenado, le hizo descubrir un mundo nuevo. A partir de ese momento, toda su vida cambió.