Los versos de Ángel Guinda suelen impactar en el lector con toda la fuerza de un misil poético. En un poeta como él, para quien vivir es escribir y escribir es vivir, la intensidad de su verbo es algo inevitable. Pero esa fuerza no se limita solamente al acto creativo: cuando reflexiona acerca de la propia naturaleza de su creación --escribiendo, por supuesto--, Ángel Guinda hace también brotar chispas de la yesca de sus palabras.
Los versos de Ángel Guinda suelen impactar en el lector con toda la fuerza de un misil poético. En un poeta como él, para quien vivir es escribir y escribir es vivir, la intensidad de su verbo es algo inevitable. Pero esa fuerza no se limita solamente al acto creativo: cuando reflexiona acerca de la propia naturaleza de su creación --escribiendo, por supuesto--, Ángel Guinda hace también brotar chispas de la yesca de sus palabras.